Se acaba 2010 y, tal y como se suele hacer por estas fechas, yo también hago mi balance personal del año ya transcurrido.
Si tuviera que utilizar una palabra para definir este año sería 'cambios'; cambios en todos los sentidos, cambios en todas las direcciones, cambios en todos los ámbitos y facetas, cambios buenos y malos, cambios para pensar, cambios para sentir y cambios para actuar. En definitiva, cambios.
Y los cambios son, habitualmente, generadores de incertidumbre, sana pero incertidumbre al fin y al cabo. Y ahí me encuentro, en medio de esa vorágine de incertidumbres que me han deparado estos doce meses, en medio de sus consecuencias y también en medio de sus promesas y expectativas. Sigo aún perdido en medio de semejante marea.
Que este 2011 que se avecina nos traiga más sabiduría, más experiencias y más felicidad.
Cuerpo, mente y espíritu. Que el presente nos sea propicio. ¡CARPE DIEM!
¡Feliz año nuevo!
Si tuviera que utilizar una palabra para definir este año sería 'cambios'; cambios en todos los sentidos, cambios en todas las direcciones, cambios en todos los ámbitos y facetas, cambios buenos y malos, cambios para pensar, cambios para sentir y cambios para actuar. En definitiva, cambios.
Y los cambios son, habitualmente, generadores de incertidumbre, sana pero incertidumbre al fin y al cabo. Y ahí me encuentro, en medio de esa vorágine de incertidumbres que me han deparado estos doce meses, en medio de sus consecuencias y también en medio de sus promesas y expectativas. Sigo aún perdido en medio de semejante marea.
Que este 2011 que se avecina nos traiga más sabiduría, más experiencias y más felicidad.
Cuerpo, mente y espíritu. Que el presente nos sea propicio. ¡CARPE DIEM!
¡Feliz año nuevo!
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