¿Te has dado cuenta en alguna ocasión de la suerte que tienes de estar aquí?
Fíjate en que a lo largo de la historia, desde los inicios de la humanidad, ha habido una gran mortalidad infantil (por plagas, enfermedades, guerras, condiciones higiénico-sanitarias, etc...) y que, sin embargo ninguno de tus antepasados, desde los albores de los tiempos, ha fallecido en la niñez. Además todos ellos/as han estado lo suficientemente sanos y han sido lo suficientemente atractivos para encontrar pareja y reproducirse.
Desciendes de esa línea, de ese linaje de afortunados que se han perpetuado hasta hoy en día.
Y es más. Cuando tus padres te concibieron, millones de espermatozoides lucharon a muerte en una carrera sin fin, en la que la mayor parte de veces ninguno alcanza su objetivo, pero en aquella ocasión uno llegó a la meta, venció sobre millones de compañeros que perecieron en el intento. Y ése fuiste tú.
Cuando creas que no tienes suerte, recuerda todo esto y te darás cuenta de que eres un afortunado. Eres un elegido, y has tenido la inmensa fortuna de haber llegado hasta aquí.
Cuando creas que no tienes suerte, recuerda todo esto y te darás cuenta de que eres un afortunado. Eres un elegido, y has tenido la inmensa fortuna de haber llegado hasta aquí.
(Basado en un texto de B. Bryson)
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