Un aforismo budista dice que una persona no se vuelve a bañar jamás en el mismo río.
La segunda vez la persona ha cambiado y el río también, por lo tanto ni la persona ni el río son los mismos.
P.D. Un maestro zen concluiría: "no hay persona ni hay río".
La segunda vez la persona ha cambiado y el río también, por lo tanto ni la persona ni el río son los mismos.
P.D. Un maestro zen concluiría: "no hay persona ni hay río".
1 comentario:
Debe de responder a la ley de los cambios; ni la persona ni el rio son el mismo en todos sus tramos del camino...no?
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