A veces es necesario descontrolarse para coger el control, crear el desorden dentro y fuera de uno mismo para alcanzar el equilibrio y la estabilidad, perder el norte para hallar la brújula.
Todas estas cosas son parte de una etapa, de un tiempo, en el que generar ese caos se hace necesario para cambiar el rumbo, para crecer, para crear, para creer.
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